lunes, 24 de mayo de 2010

XXI ¡VAYA SEMANITA QUE LLEVAMOS!


VISITA  a  LUARCA
     Como estaba convenido vinieron de Granada, mis amigos María J., Paco V. y Juan B., tres jubilatas compañeros de montes y andaduras, a disfrutar de cosas Asturianas. Y así ha sido, trataré dar una idea de como nos ha ido la vida estos días. Iré por apartados, pero en verdad todo ha ido muy revuelto, y bien revuelto.
     De leer este capítulo seguro que cualquiera quedará cansado y probable que  envidioso. Estáis a tiempo y avisados

DEL CAMPO
     Hemos disfrutado del campo y del aire en la mejor semana meteorológica de Asturias; bajo un cielo siempre de color azul-andalucía y casi siempre en manga corta.
     Recorrimos  El Hayedo de Hermo junto al río Narcea recién nacido y en la misma tarde de su largo viaje hasta aquí, venían desbocados.

     Al día siguiente subimos hasta las Lagunas de Candanosa en La Reserva de Muniellos donde sólo dejan entrar veinte personas al día si previamente lo solicitaron. Es un recorrido encantado, primero junto al río Muniellos y luego trepando hasta la laguna entre robles, helechos, arándanos y por supuesto hayas. La luz filtrándose por las ramas y las hojas de las hayas es una luz divina. De camino a Luarca el tiempo del reloj no nos dejó subir al Alto del Acebo, pero si nos acompañaron el Narcea, el pantano de la Barca y muchos pueblines siempre entre bosques y prados verdes verdes, que a los venidos de tierras ocres tanto nos gusta.

     Para descansar de monte el tercer día recorrimos la Costa Naviega, quince kilómetros de mar, playas, flores y acantilados. La ruta transcurre lo más pegada al mar que permiten estas costas y es un paseo delicioso siempre, pero más en el día que nos hizo, la vista llegaba al infinito y la brisa se ponía fresca cuando el Sol se ponía caliente. Se vino mi amigo Amado, excelente compañía y fuente del conocimiento. Para terminar una mariscada en La Marina de Puerto de Vega nos puso a echar la siesta en el césped de un jardín que había en la misma puerta. También ese día nos asomamos a la Playa de Barayo, ecosistema reservado y meritorio a más de bonito, muy cerca de Luarca.

     Los Oscos, es una comarca que limita con Galicia y que suena a Asturias profunda, y no lo es tanto, pero si está muy bien. Allí hicimos una ruta de unos catorce kilómetros desde Teixo a Teixo pasando por bosques, valles, cascadas y pueblines, como Os Teixois que sí es profundo y solitario pero había un chigre y estaba el dueño. ¡qué cervezas!, también está lleno de ingenios hidráulicos de hace mucho tiempo y funcionando. A la tarde nos fuimos a la Playa de Las Catedrales, en Lugo, pero cerquilla de aquí, y aunque la marea ya llevaba rato subiendo, pudimos verla en su mayor parte. En algún capítulo hablé de ellas.

     El quinto día nos fuimos para Oriente. Hicimos catorce km por El Bosque del Infierno y el río del mismo nombre, otra vez las hayas y el agua, pero ahora hayedo puro. Tras comer nos fuimos a Covadonga, Los Lagos de Enol y de Ercina estaban para haber hecho tres tiendas y quedarse allí siempre, las praderas llenas de hierba verde y de vacas rubias lamían las aguas azules donde se reflejaban las nieves que aun quedaban por las crestas. Y allí tumbados nos tomamos el mejor gintonic que beberse pueda. Y por si fuese poco, y como en las tardes se alargan de manera, nos fuimos a ver El Urriellu, o Naranjo de Bulnes, Lo vimos desde dos miradores especiales, luego en Poncebos vimos juntarse las aguas sucias del Duje, y las pocas del Bulnes con la mucha y verde del Cares, y ya seguir siendo todas verdes y Cares. Subimos a Carmameña, tres casas y un chigre 150 m en vertical sobre Poncebos, y allí mientras las últimas luces de la tarde caían sobre las paredes verticales del Urriellu, no tomamos unas sidrinas con chorizo asao que casi dejan en el olvido los gintonic de los Lagos. ¡Qué día!

     El día seis fue mas relajado,de urbano y de coche, aún así recorrimos VillaViciosa, sus calles y su mercado. Fuimos a ver La Joya prerománica de San Salvador de Valdedios, pero un andamio la envolvía y una puerta la cerraba, si pudimos ver San Juan de Amandis, iglesia pequeña, románica y de bodas lindas. Fuimos a Tazones, pueblo chico y puerto más pequeño aún donde desembarcara Don Carlos I hace mucho tiempo. Estuvimos en playas de verano, Playa de Rodiles y Playa de las Griegas, de arenas amarillas e infinitas y hierba hasta la misma arena con muchísima gente jugando, bañandose y tostádose. En la Playa de las Griegas están y vimos las famosas Icnitas o huellas de Dinosaurio, o la imaginación al poder. Después yo me tuve que venir para Luarca y ellos para terminar Asturias subieron al Mirador del Fitu, casi al lado de VillaViciosa y desde donde vieron Asturias Entera a vista de pájaro bajo.

DE las COMIDAS

     Mucha gente asocia los viajes y las comidas, y no es mala asociación sino es la única que se hace, Y nosotros hemos comido también, variado y mucho.

     Hacíamos dos clases de comidas, de ferroviaria o de galufo, y a tutiplen.

    La Ferroviaria' es una cesta de mimbre llena de comida que se lleva en el coche y te saca de muchos apuros; si vas a comer en el monte traspasas a las mochilas un poco de cada cosa, la bota del vino y el mantel de cuadros y cuando llega la hora buscas el mejor sitio donde poner el mantel y el culo. Y si planeas que puedes comer en una Área Recreativa, aquí hay a cientos, pues eliges mesa la cubres con el mantel de cuadros y despliegas la ferroviaria, de este modo se como más cómodo pero se come mucho. Después siempre aparce donde hay café, copa o puro.

     A ‘tutiplen', es comer como señores de ciudad, mesa, mantel blanco y camarero. En Asturias se come muy bien, y bien en todos los sitios. En El Miramar  base de sidras y cosas del mar, riquísimas con la vista inigualable de la noche de Luarca y su puerto lleno de barcos de colores, sobraba un poco de fresco para haber cenado en la terraza. En La Marina comimos otra vez Mariscos y Pescado, esta vez con vino blanco, y junto al puerto de Puerto de Vega. El día de los Oscos en Casa Petronila, Pote Asturiano y/o Fabada, y carnes de segundo; quisimos cenar en Cangas de Onís junto al famoso Puente románico pero una Fiesta Andaluza había colmado cualquier aparcamiento, nos quedamos sin la carne Roxa a por la que íbamos y cenamos de ferroviaria una vez a teito, y el sábado cerca de la Playa de la Griegas (Colunga), en un restaurante de carretera mejor de lo esperable nos tomamos por fin la carne roxa unos y pescados raros otros.


DEL DORMIR

     En Posada de Rengos, cerca de Muniellos, CASA PONCE es la mejor casa rural de las que he estado, por todos los aspectos y detalles que se quieran pensar. En Luarca El Hotel Manoli, no tiene de malillo mas que el nombre, es un chalet grande, estupendo y rojo en medio de una finca de ladera de 10000 m2 perfectamente cuidados y desde los que a lo lejos se ve el mar. En Colunga ‘La Casa del Fraile' es una casa de labranza con campo y establos con vacas en medio del campo y del Camino de Santiago en un pueblo disperso que se llama Penur, también estupenda, donde, solícita, nos atendía Carmen.



DEL TRANSCURRIR de los DÍAS

     Los días transcurrían demasiado deprisa, a pesar de amanecer temprano y anochecer tarde, a veces usábamos dos coches y otras uno, la conversación era constante, de tiempos antiguos y de temas nuevos, lo que a uno se le ocurría a los demás les parecía bien, cualquier cerveza o sugerencia era oportuna y todos los sitios buenos. Hay gente con la que es imposible equivocarse, todo está bien, todo se disfruta y todo se celebra.

En resumen
     Seis días geniales para cuatro jubilatas sin mas tarea, al menos en estos días, que disfrutar de cuanto hubiera. Por poner defectos, en Asturias hay mas sitios y más cosas que hacer, pero en seis días no era fácil, y ahí se han quedado pendientes y servirán como motivo para hacer volver. También se han quedado sin contar muchas cosas y detalles que han pasado, pero la memoria es débil y tampoco se puede decir todo.

     Sólo espero que ellos lo hayan pasado y lo recuerden también como lo he pasado y lo recuerdo yo.

     Y si este largo rollo sirve para animarte a venir, ya sabes lo que te espera. Yo sigo aquí y esperando.

PD 
     Me gustaría poner las fotos tituladas, comentadas y situadas pero con el editor de que dispongo es improbo, también me gustaría poner menos pero tampoco puedo.
    El titulo de esta entrega me recuerda el chiste aquel en que el marido vuelve necesitado a casa tras una semana de ausencia, y en medio del fragor de la necesidad quitándose, se oyen los golpes del vecino en la pared del dormitorio a la vez que dice. ¡Vaya semanita que llevamos!









2 comentarios:

  1. Mienttras haya
    alguna ventana abierta,
    ojos que vuelven del sueño,
    otra mañna que empieza.
    Mar con olas trajineras
    -mientras haya-
    traficantes de alegrías,
    llevandolas y trayéndolas
    .............
    ......
    Colores que a sus ausencias
    -mientras haya-
    siguiendo a la luz se marcha
    y siguiéndola regresan.
    ..........
    ......
    Mientras haya
    lo que hubo ayer, lo que hay hoy,
    lo que venga.

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  2. Amigo Manolo:
    Como bien sabes, la semana que viene Aurora y yo vamos a verte, pero esperamos que no acabes con nosotros. Nos gustaría ver todo lo que han visto tus amigos jubilatas, pero en dos días. No sé si será posible.
    En serio, preparamos el viaje con ilusión y, sobre tod, queremos disfrutar de tu compañía y de tu conversación. Piensa que Luarca es solo una excusa.
    Un abrazo de Aurora y Pepe.
    PS: si llegamos más tarde es porque yo me he ido en bici

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