X8 SUMA ySIGUE

     No me gusta que se me pase el tiempo sin bitacorear que luego a luego uno se desacostumbra, pero el tiempo aligera mucho y uno se organiza mal, con lo que un pis pas se pasa una temporada. Hoy si no me viene algún rollo, escribiré cosas sueltas, muchas veces pienso temas que podría escribir aquí y después no recuerdo qué pensaba.

Don Severo Ochoa (1905-1993)

     Por si acaso alguien no se acuerda nació en Luarca y fue premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1959 por descubrir el polinocleótido-polimerasa, enzima que permite la síntesis artificial del ARN, que junto con otros descubrimientos relacionados permite explicar o entender por que somos como somos y porque nuestros hijos a veces se nos parecen tanto, lo que no es poco. Pues bien, el otro día conocí y eché un buen rato de buena charla con Joaquín y Marta sobrinos nietos de D.Severo, con el que convivieron y disfrutaron algunos años y de el que se hacían lenguas. La verdad es que estar y más convivir con un Premio Nobel tiene que ser una experiencia especial.

     Aquí en Luarca se tiene en gran estima a Severo Ochoa, una plaza importante y el Instituto de Enseñanza llevan el nombre de su mujer y el suyo, en el palacio de Gamoneda van a hacer algo dedicado a él y su obra.

 

El Camino de Santiago

    

Pasa por el lado de mi casa, y poco a poco se van viendo más peregrinos de bota y mochila camino de ganarse el jubileo y la indulgencia plenaria, que no son la misma cosa, ni es fácil distinguirlas. Para mi que las indulgencias condonan la pena temporal, pero la culpa sólo la condona el jubileo o una buena confesión. También valdría la pena aclarar, por si acaso, que para Dante y para mi, ‘peregrino' es el que va a la Casa del Apóstol allí en Galicia, los que van a otros sitios se llaman romeros si a Roma, palmeros si a Jerusalén, rocieros si al Rocío, y así sucesivamente. El caso es que por aquí cada día pasan mas peregrinos, me da miedo pensar en el Camino Francés, y más aún en La Puerta Santa, este verano como ya pasó en la edad media costará trabajo atravesarlo.

     Yo quiero hacer unas cuantas etapas del Camino Primitivo, pero quiero hacerlas en sentido contrario, para verlos venir y cuando se tercie contarle que voy de vuelta. Es curioso ahora no vuelve peregrino alguno.

Las mozas

     Unos amigos, que siempre están pensando en lo mismo, como es natural, me dicen que no cuento nada de como me va con lo del sexo opuesto. Por si alguien más se interesa por lo mismo diré que ese aspecto la cosa me va normal, ni mucho ni poco, lo normal. Alguien me avisó que cuando se corriera la voz de que había llegado a Luarca un señor joven, guapo y sin compromiso, me vería perseguido y abrumado; pues he corrido la voz y no tanto tanto, repito, lo normal. Veamos qué pasa ahora cuando empiece la primavera que tanto altera. También es verdad que en estas cosas y como versificó Federico: ‘no puedo decir, por hombre, las cosas que ellas me dicen, ...', ¿Me explico?

Las Visitas

     La semana que viene, llegan MªJesús L, Paco V. y Juan B., tenemos un programa apretado: Muniellos, Costa Naviega, Oscos y Catedrais, El Bosque del Infierno, Los Lagos, La Costa Oriental. Muchas sitios para pocos días.

El Cementerio de Luarca

     Pasa por ser de los cementerios mas bellos de España, y lo es. Y sobretodo tiene unas vistas fantásticas sobre el Puerto y sobre el Cantábrico, está junto al Faro y si se entra en Luarca como se debe es de lo primero que se ve.

 

     El Transcantábrico

     Es un tren turístico que hace un gran viaje por la cornisa cantábrica y creo que por el Norte de la meseta, desde León. Es como un tren antiguo y de lujo, conté quince vagones grandes para treinta turistas normales, que también conté, aunque creo que caben cincuenta. Van parando en sitios bonitos y los pasean en autobús. Yo no sé si.

     Se me ocurrió subir y asomarme a un vagón abierto y cuando bajé venían corriendo hacía mi un guardia de seguridad, dos azafatas y alguien más, me vieron, se calmaron, les dije buenas tardes, y no dijeron nada.

 

Mis viajecillos

     La otra mañana, a pesar de la lluvia, me fui como había decidido, a recorrer un poco de Asturias, el día se fue poniendo mejor como avanzaba y encontré sitios que buscaba, esa Asturias profunda que siempre tenemos en la cabeza, Castros del ‘siglo cero', entre el menos uno y el más uno, pantanos, una villa romana, pueblos donde no había nadie, ni nadie había mezclado lo antiguo con lo nuevo, y paisajes de bosques y prados casi infinitos. Como una imagen alguien dice que es mejor que tantas palabras, pongo las fotos y me callo. [¿Dejar de teclear es callarse o es estarse quieto?]