IV. Cosas de Luarca que no las tiene Graná y Cosas de la vida doméstica

COSAS de LUARCA

En verdad que Granada y Luarca son tan diferentes que ahora no sé en qué se parecen, a veces por la calle las voy pensando y ahora intentaré acordarme por escrito

En Luarca hay mar, mareas, puerto y mucha lluvia que nos las tiene Granada, pero además y sin orden, aquí hay un río que comparado con otros es enorme y encima hace meandros, en los bares siempre hay muchos bocadillos en los expositores que yo no veo que pida nadie, el vino corriente lo ponen en vasos enormes aunque sin llenar, en cuanto sales de las calles hay cantidad de laureles, casi infinitos, las camelias están por todas partes y en invierno llenas de flores, en verano habrá hortensias a millares, y las mimosas son invasivas y están explotando ahora.

En Luarca hay muchas nubes y por tanto mucha sombra y el suelo de las calles casi siempre está húmedo, en vez de palomas aquí hay muchas gaviotas blancas y grandes y cormoranes negros, aquí tenemos una fala propia que se entiende bien si hablan contigo pero no tanto si hablan con ellos, también hay muchas pastelerías, los tejados son siempre de pizarra, en los bares suele haber caldo, en la Casa Guatemala hay un haya enorme y he visto allí águilas ratoneras, Luarca tiene tren que pasa casi por encima, tiene un casino de categoría y también tenemos Faro playa y acantilados, en los bares siempre tienen muchos periódicos, las casas están muy mezcladas, en los sitios que se come siempre hay fabes de alguna forma y platos que suenan a marisco, las personas y las calles casi siempre tienen dos nombres.

Cuando sales del casco de Luarca cambian un poco las cosas, las casas no se acaban nunca sólo se separan, hay más laureles y más camelias y muchas plantas, los ‘chalets' se llaman casas y no se rodean de cercas ni setos ni jardines que las tapen, hay muchas casas de indiano, muchas casas tienen paneras que se parecen a los horreos pero no y entre las casas hay prados

Volviendo a la fala dicen culin en vez de poco, sidrina cuando van a decir sidra, voyme cuando se van a ir, peixes en vez de peces, rula en lugar de lonja y les gusta terminar las palabras en u, luego también hay palabras que son como más propias, pero nos entendemos.

ASUNTOS DOMÉSTICOS

La casa (domus) y yo nos vamos haciendo el uno a la otra; abajo recibo, cómo, descanso a veces y leo; arriba tengo una mesa de despacho con el ordenador y también duermo. Así es que me reparto bien, arriba es mas luminoso, caluroso y vistoso, quiero decir que puedo ver y veo la calle, abajo no es dormitorio y dos sillones con una mesa de camilla siempre llaman. Abajo hay música de radio y arriba de spotify.

Las comidas, bien. Echo de menos los comedores del SEU (universitarios), pero me apaño, cómo en casa a diario y cada día más seriamente, ahora me interesa aprender cosas asturianas y cocina de horno, y eso intento; he hecho marmitako de bonito, cocido maragato, pasta al horno, crema de calabaza y cosas así, pero he de aprender más. Casi las únicas veces que me doy cuenta de que estoy solo es a la hora de comer, y entonces pongo la televisión, un canal que se llama 24h, y me entero de cosas que pasan, hasta que empiezan a hablar de futbol, o a repetir las cosas de Haiti y de Zapatero, y entonces cambio a Radio Nacional 2 ó 3 que se oyen por la tele. Después de comer, si no tengo calle, muchos tardes me duermo un rato, es la siesta.

Los electrodomésticos me han costado una lucha, la lavadora una vez lavó mal y secó bien, otra secó mal lo que había lavado bien, a la tercera va la vencida ya la entiendo, el horno también tiene su intríngulis, el microondas fue complicadísimo con las instrucciones, ahora que sé es estupendo, el friegaplatos una vez solucionado lo de la sal y sabiendo los productos parece cómodo, poquísimos botones y lo que fue un infierno fue el aspirador, ahora lo entiendo pero no sé si me gusta. La calefacción fue facilísima y la ducha sólo fácil.

La casa la tengo siempre en orden y como todo está tan nuevo apenas si hay que limpiar. Al lado de casa tengo un supermercado que se llama ‘El Arbol', echo de menos 'el imnombrable' y ya voy sabiendo donde están las cosas pero tengo que preguntar mucho. Y el tiempo, se me va algo más en la calle que en la casa, si no contamos la noche, pero me gusta estar en casa.

[Hoy todas las fotos son cedidas]