sábado, 30 de octubre de 2010

XXX9 Semana de BoySouts

 Lunes 18
     Me voy a atravesar España este año más veces que en todos mis años anteriores, esta vez de Sur a Norte con MªJesús y Paco, y pasando por el Alto del León, parando en Tordesillas, donde valen la pena el pueblo, el Duero, el Toro de la Vega que persiguen con lanzas y caballos y se gana la vida si corre más que las lanzas, y el cochinillo asado.

     Bordeamos el Pantano de Barrios de Luna por su izquierda, recorrimos Babia y entramos en el Principado por el Puerto de Somiedo. ¡Que diferencia hay siempre entre las dos vertientes! los valles anchos, las montañas suaves y peladas, y los pueblos grandes y quizá vacíos de León y los valles abruptos, violentos y fuertes de Asturias, cubiertos siempre se tojos, prados, vacas y hayedos.
 
     Pasamos la noche en Pola de Somiedo, pueblo de montaña sorprendentemente moderno, yo me esperaba otra vez la Asturias profunda y es más bien la Asturias moderna, pero bien, muy bien.

     Los BoyScout son un grupo de amigos, ya talludos, que en Granada salimos al campo cuanto podemos; y de ellos, Paco y Mª Jesús, hemos echado en falta a Juan B, ya es la segunda vez que se vienen a pasar una semana por la excursiones de Asturias. Esta vez hemos hecho todo lo que sigue.

Martes
     El primer día recorrimos desde el Alto de la Farrapona los Lagos de Saliencia, Lago del Valle y los hayedos hasta Valle de Lago. Hay muchos aspectos que sobresalen en este recorrido. El valle de Saliencia lo recorre todas las mañanas Simón el taxista y sólo llega a recoger tres niños para llevar al colegio, ahora se juntan trece niños donde antes se juntaban sesenta. El Lago de la Mina, se llama así por las minas de hierro que se explotaban hasta hace p
oco, y han dejado el terreno rojo, almagre/a puro, óxido férrico, o algo parecido; poco más arriba está el de Calabazosa, Cerveriz y alguno más, todos preciosos y glaciares

     Los tres lagos se aprovechan para producir electricidad, y tienen aliviaderos de fondo hechos de hormigón, feos para un lago, que pienso yo harían antes de que hubiera ecologistas, y todo subterráneo, el agua se trasvasa al valle de Somiedo a la central de XXX
    El collado que pasa al Valle de Lago es una preciosidad, el terreno discurre horizontal un buen rato y se llena de dolinas y humedales. Un ciclista nos reprende por haberle hecho una foto al paisaje por donde él venía, dice que las fotos dan muchas vueltas, LaRed enseña mucho, y su viaje podría ser ‘privado'; en el fondo lleva razón; dentro de poco tendremos que ir con burka si queremos preservar la intimidad, hay muchas cámaras Red.

     La bajada del Lago del Valle hasta Valle del Lago se hace entre hayedos, color de Otoño, vacas de carne, caballos, prados y cabañas de teito, de teito se entiende aquí con cubierta vegetal de brezos y/o retamas, donde convivían vacas y vaqueiros. Bichos, animales salvajes, vimos pocos, unos venados por la mañana y unos cuantos buitres, ni osos ni rebecos, bueno vimos un oso en uno folleto. Un letrero en una valla avisa que un toro llamado Brinco puede atravesar en cuatro minutos la finca que tu tardarías en atravesar ocho, que mejor no saltes la valla.

     Terminamos 16 km de marcha inolvidable con el gintonic de rigor mientras Simón llega a por nosotros

Miércoles
     Hoy no hay lagos, es también subir y bajar, desde La Peral, primero entre prados y cerca de un hayedo hasta el collado de nombre olvidado para bajar por el Valle del Pigúeña buscando las brañas de La Pornacal y llegar hasta Vilar de Viñas. Hay valles glaciares y por lo tanto anchos que acaban haciéndose fluviales y por lo tanto estrechos. Hay prados y vacas y muchos caballos. Hay senderos que se pierden a pesar de estar magníficamente señalizados. Hay un pueblo donde cada casa tiene en la puerta una especie de balsa para ir almacenando el estiércol de las vaques. Hay por doquier multitud temas para hacerles fotos.
     Con el gintonic terminal Adriano nos cuenta cosas del valle, de su gente, de las brañas, del turismo de esta zona y del invierno.

     Lo de las brañas es un lío. Yo entendí primero que eran prados de altura alejados de los pueblos y donde los abundantes pastos daban de comer a las vacas cuando en las partes bajas escaseaba la hierba, y que en estos sitios había cabañas donde los pastores o vaqueros vivían mientras los animales pastaban. Pero esto no es tan fácil. Aquí en Asturias y junto al mar hay hierba de sobra todo el año, quizá que antes las partes bajas se dedicasen más a cereales, pero aún así. Otros dicen que las brañas son las propias cabañas que llaman de teito, con techo de escobón o brezo y donde convivían hombres, animales y hierba en ciertas temporadas, también a discutir. Otros cuentan que el ganado andaba por allí suelto y los hombres subían allí para el asunto del ordeño y ver como iba la cosa, y la cabaña era un refugio para por si acaso. También hay brañas donde no hay cabañas, y brañas que no están tan altas. El caso es que en la famosa y llamada Braña de la Pornacal hay 32 cabañas de teito, muy bien conservadas, supongo que subvencionadas, en un cierto uso, cruzadas por el río Pigüeña, y como están precisamente donde más se estrecha el valle tampoco hay mucho sitio para hierba o para vacas. No las encontramos, pero dicen que hay ‘olleras', especie de cavidad en sitio húmedo o con paso de agua donde mantener la leche fresca. Yo diría que la Pornacal es un pueblín grande hecho de cabañas, de aspecto entre primario y primitivo y muy bonito.

     A la vuelta de la excursión recuperamos nuestro coche y nos fuimos a dormir a Pola de Lena, lo más cerca de las Ubiñas donde pensábamos subir al día siguiente. Le preguntamos a una buena señora donde tomar unos pinchos o una cena y tan amable como aquí es todo el mundo nos dijo que ella nos llevaba, y venga a andar y venga a andar, a punto de salirnos de Pola, que ya es grande; quería llevarnos a un bar bajo su casa, quizá cerca de Oviedo, que ponían unos callos buenísimos. Pudimos convencerla y volvernos un poco más al centro, que tampoco estábamos para andar tanto.

     En el Hotel supimos que JoseLuis R. Zapatero había barajado y repartido ministros y ministerios, que es noticia que gusta tanto a los medios de comunicación y que como pasa siempre en la política para unos no puede estar peor hecho y para otros es tan bueno. Y con la desilusión de no haber sido de los elegidos nos fuimos acostando.

Jueves
     Vimos de cerca Las Ubiñas, y resultaron tan altas que nos conformamos con verlas desde abajo, y pasamos el día disfrutando del preromanico asturiano y de las sidrerias de Oviedo. Andar por bares e iglesias también es bueno, y si es en Oviedo, más.

El Viernes
     El camin de Agüeira o Ruta del Alba, que llaman ahora, empieza por Soto de Agües en Sobrescobio y llega hasta La Cruz de los ríos, es un camino delicioso sin apenas subida, sin gente, sin pérdida y sin desperdicio. El río baja por el desfiladero que sube el camino saltando piedras y cascadas, rodeado de sauces y avellanos, castaños y hayas, y más cosas, todas tomando o teniendo ya el color de otoño. En el río hemos visto truchas y hemos buscado sin éxito las nutrias, y en el cielo y en el bosque faltaban las aves y los bichos que prometen los carteles, los animales del bosque hay que buscarlos en libros y folletos; pero a pesar de todo el recorrido es una delicia de las de no olvidar.
     Después de 16 km de agua y bosque hemos encontrado amanitas muscosas, la seta de los enanitos que yo nunca viera,  nos hemos tomado un gintonic de gloria, hemos encontrado un cuelebre y se lo hemos enseñado a un amigo de Soto de 92 años y 2 madreñas que se llama Agustin, y tras parar en cuatro o cinco sitios con iglesias, casas o pantanos, hemos vuelto a Campo de Caso donde tenemos nuestro hotel y nuestra cena; ni que decir tiene que a mediodía comemos de lo nuestro, llevamos cuatro días a fuerza de patatas fritas, chorizo y salchichón de jabalí.
     El tiempo sigue siendo un regalo del cielo, la gente con que tropezamos sigue siendo estupenda Los tres seguimos entendiendonos y llevando bien, y no podemos pedir más.

Sábado
     Fué la mejor excursión de los cinco días. Desde Tarna hasta Tarna pasando por el LLanu del Toru y La Cascada del Tabayón de Mongayu, en el Llanu dicho hay unos robles de mas de tres metros de díametro, más que las secuollas de Huéscar, y La Cascada son más de 60 m de agua verticales. Pero lo mejor es que fueron siete horas andando muy lentamente por un hayedo puro y grande, y casi casi en su color de otoño. El color del Otoño es como las siete y media, que a mas de una hora es un juego, y un juego vil por mas señas,  mil veces vas, y te pasas o no llegas. Conocimos a Luis y Javier y además de buena compañia llevamos conversación nueva.

     El mismo sábado Paco y MªJesús se empeñaron en traerme a Luarca en contra de lo presvisto. Cenamos a base de pescadito y así pasaron una noche en Luarca.

    Y esto, muy resumido, es lo que la semana dio de si. Ahora otra vez la vida normal de Luarca, si es que aquí hay algo normal. Y un poco con el sentimiento de que esto se va terminado.







































1 comentario:

  1. Hola tiooO! No sabía de la existencia de tu blog!! :D.

    Me alegra saber de ti y de que las cosas van bien por allí. Por cierto tu hijo (mi primo) Carlos sigue renovando aquel blog que tenía? De ser así pásame la dirección porfa.

    Un abrazo.

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