XXXVI OTRA VEZ LUARCA

     Me pareció largo, pero de nuevo estoy en Luarca, entre tanto han pasado muchas cosas y una importante. Otra vez he comprobado que en Huéscar también se está a gusto, que en Granada me quedan amigos y en Madrid hijos, que hay muchos sitios para entretenerse en los caminos y que un buen sitio por donde llegar a Luarca es por Babia y los Lagos de Saliencia.

     Luarca me la encontré parecida a como la dejé, sólo parecida. Me fui con ella llena y me la encontré normal, me la dejé de verano y ahora los días son más frescos y más cortos, los maízes verdes están segados y las fabes recogidas y las hortensias no están como estuvieron; pero siguen el mar, los barcos, su gente y los paisajes. Y no está Amado.

     He vuelto a ver a casi todos los pocos luarqueses que conozco, he visitado algunos de mis bares, he vuelto a pasear por el puerto, por la playa y por el Chano, y en la bici sigo buscando ‘el paso de noroeste' que me lleve a las playas de poniente. Hoy vuelven a decirme que existir existe. Mañana marcha ‘Estoupo' a Belén, etc

     Así es que Luarca se puede considerar ‘reconquistada', retomada.

 

Fiesta en Belén de la Montaña   (Belén es un pueblín y La Montaña una parroquia)

     Hoy había fiesta en Belén, con misa, procesión, sesión vermouth y baile de la tarde. El GM Estoupo organiza una marcha hasta allí para bajar luego en bus. A las nueve y media que era la subida llovía suavemente sobre Luarca, pero aquí la gente no se arredra por el agua, se protege y sigue. Belén queda a nueve kms en línea recta y 400 m más alto que el mar.

     La lluvia no ha cesado hasta llegar arriba. Uno cree que no se moja si lleva un buen chubasquero, pero la humedad es tal que cuando finalmente te lo quitas, la camisa y camiseta van tan mojadas como si hubiesen ido al aire, si llevas camiseta seca ves el cielo. Para entonces la fiesta ya estaba deslucida y en parte suprimida, aún así la iglesia estaba llena, la plaza casi y la procesión ha salido, y bien. Tomarse una pinta o un vermouth en alguno de los dos bares era complicado, y las largas mesas reservadas para que cada grupo 'comiese de lo suyo' han permanecido encharcadas. Una lástima.

     He visitado a Emilio y Emilia, madreñeros de los primeras entregas de la bitácora, nos hemos logrado tomar unas pintinas y unos vermouths y hemos iniciado el descenso por ‘La Escádena', otra vez entre robles y castaños húmedos de lluvia y con el río Negro corriendo a lo lejos y más bajo a nuestra derecha, un camino solitario y bonito.

 

      Me encanta volver temprano de las excursiónes,

 

     Así parece que el domingo son dos días. De camino a casa he comprado unos pasteles, y ya duchado, cambiado, estirado y cansado, he preparado el periódico, que el domingo viene largo, los teléfonos, algún libro, la música, una de las mejores cosas de lo que llaman ‘Tdt', y me he preparado un té. Con el Sol todavía en los cristales, he empezado mi domingo por la tarde, rodeado de cosas buenas, sin más tarea que pasar la tarde, la tarde entera por delante y mi té, solo. Luego a la noche ha habido tormenta eléctrica, lluvia a rachas y cortes de corriente continuos, parecía corriente alterna.

La Feria de las Fabes

     El sábado se celebró la Primera (?) Feria de las Fabes de Valdés. En unos cuantos puestos puestos en el parque se exhibían y vendían fabes, compangos y productos terrenales. Las fabes siempre se encuentran al vacío, para evitar se les desarrolle un bichillo, y si están sueltas es que estuvieron un tiempo muy frigorizadas para conseguir lo mismo; la lucha por la vida. También había degustación de fabada, por dos euros: plato de fabada, cuchara, pan y vino. Bien, y más siendo la primera Feria.

PD   Me ha costado y me ha gustado retomar la bitácora, tengo la sensación de ser ésta la última etapa.