sábado, 24 de julio de 2010

XX9 Otra vez en Luarca

     Acabo de pasar dos semanas en Huéscar. Mi madre sigue débil pero parece estacionada y ha cumplido en estos días 92 años. ["Fanal entre la bruma con sus preces, /arde su corazón con tanta llama/ que las nieves fundió noventa (ydos) veces"  Fco Vida], . Me he venido con un sentimiento extraño y contradictorio, estoy convencido, o quiero convencerme, de que aún, y afortunadamente, tengo madre para rato y que pronto estaré con ella de nuevo.
 
     Ayer, viernes 23, me vine con buena gente de Huéscar, Juan T.G, JoseMaría, Pepe y sus respectivas, me trajeron hasta Oviedo en volandas. Me quedé en Oviedo solo, y en una esquina de la solitaria Plaza de Alfonso II ‘El Casto' mientras cenaba bajo la aguja de la Catedral estuve todo el rato esperando convencido de que por aquella plaza casi desierta pasarían Ana, Don Victor, La Petra, De Pas, Don Fermín, D. Álvaro Mesía, o cualquiera de aquellos personajes de La Ciudad Heroica de Vetusta. En verdad estoy seguro que pasaron pero que algún hechizo me impidió verlos.
 
     Esta mañana me he venido en tren a Luarca. Los trenes no son lo que eran, por las ventanas ya no es ‘pericoloso esporgiersi' en ningún idioma, ¿os acordáis?, y no es peligroso asomarse a las ventanas porque están cerradas a toda prueba, entre los vagones ya no hay sitio donde estar de pie con la puerta abierta viendo pasar el suelo, tampoco hay departamentos donde ir buscando si está ella, ni servicios de difícil tino. Para colmo el tren viene casi siempre por túneles o trincheras y un mirón se pierde así todo el paisaje de Asturias, o lo que es peor, apenas empezado acaba.
 
     Hace poco, a propósito de la Muerte de Saramago aludía a un texto suyo que hay en ‘La Arboleda Perdida', en Castril. Hoy mi gran amigo Sándalo, Físico que sabe  las buenas letras me manda el enlace correspondiente, que os remito. Si alguno es perezoso que lea los tres primeros párrafos, después tendrá que seguir leyendo,
          http://www.ciudadseva.com/textos/otros/saranobe.htm

miércoles, 14 de julio de 2010

XX8 HUÉSCAR por LUARCA

     El viernes día nueve cambié Luarca por Huéscar, y mil kilómetros cambian mucho las cosas, son dos mundos; en los dos me encuentro bien, pero que distintos son.

     La mañana que dejé Luarca lucía un Sol fresco y de futuro dudoso y todo el entorno era verde, cruzando por el Huerna, la encaimada se había adueñado del aire y de su transparencia, y todo parecía un bosque primitivo, pero al llegar al Pantano de Barrios de Luna desapareció la bruma y con ella los bosques de castaños en candelas, los robles, los helechos, y poco después y durante más de 700 km todo fueron rastrojos y barbechos calcinados por un Sol sahariano. Luego, entrando en Andalucía, el Segura regaba arroces y frutales, y pinos de alepo cubrían algunas partes de los montes, no es que se pareciera a Asturias pero algo consolaba, Lo de la terrible estepa castellana, es literal.



     Huéscar sigue como siempre, buena gente, buenos amigos, y mi familia. Mi madre delicadilla y débil, pero entera y guapa, guapa en el sentido asturiano y mejor de la palabra guapa.

     Ahora pasaré en Huéscar los días que hagan falta, disfrutaré de lo de aquí y recordaré Luarca. Me gustaría estar en Aristébano para la Vaqueirada el último domingo de Julio y subir andando con Juan como tenemos prometido.

Hasta entonces para no mezclar paisajes, esta bitácora quedará dormida.

miércoles, 7 de julio de 2010

XX8 DÍAS de BICI y MONTE

     Con mis amigos de la bici todos los años hacemos un viajecillo por distintas zonas de España y este año la zona no podía estar más clara, tenía que ser Luarca, aparte de que nos van quedando pocas zonas, realmente Asturias ya era repetida, pero como es tan grande todo ha sido nuevo. No me resisto a contar lo que hemos disfrutado.
 
     Este verano y por orden de antigüedad nos juntamos Gregorio M., Pepe Z., Clemente M., Paco V. que sólo anda, y Rafael de Luarca, de sangre joven Samuel M., Rafael de Andorra, y Pachi y Javier de Valencia. Daba miedo tanta gente pero todo ha ido sobre ruedas, que menos. En el orden de antigüedad los primeros estaríamos Pepe Arregui y el que escribe. Pepe Arregui nos ha faltado este año, estos viajes ya le aburren por tranquilos y ser de ‘Margarita', y también faltó Aurelio, por ambos hemos guardado minutos de silencio y otras veces ‘malhablado'.

     Primer día. Nos fuimos en tren a Ribadeo, patría de D.Leopoldo CS desde allí por caminos de costa y playa hasta VíaVelez, patria de Corin Tellado. Después por carreteras hasta Luarca. 80 km de acantilados, playas de ensueño, bosques de costa, algún pueblín, cabos, castros y ensenadas, En Tapias de Casariego donde a pesar de tener que seguir a la bici comimos como asturianos hambrientos. A la noche lavados y vestidos de bonito, paseamos un poco Luarca y otra vez a cenar, en Brasas, como si no hubiésemos comido.
 
     Segundo día. Desde el Hotel Manoli, buen sitio para vivir, subimos 400 m hasta AmbasVías y desde donde por encima de Argumoso fuimos cayendo por bosques y caminos hasta Fijuecas y el río Esva. Después por Canero llegamos a Cabo de Busto, ahora si eran los acantilados de verdad y un camino de medio metro de ancho que los recorre, a un lado el precipicio al otro un prado. Después por el camino del borde hasta Playa de Cueva y siguiendo por el borde a Bayotas, desde vinimos por el Camino de Santiago a comer a ‘Casa Tía María' en Barcia. Justo al llegar empezó a llover. Todo planeado. Después fue el Futbol.
 
     El tercer día nos acercamos a La Hoces del Esva por un camino delicioso que baja desde Caborno en la subida a Aristébano. Casi llegamos a la Central eléctrica abandonada en bici. Otra vez comida exagerada, esta vez en La Casa del Obispo de San Pedro de Paredes, y después de comer división de opiniones, o más futbol o má bici, mitad y mitad. Todo el día orbayando, pero nadie pronunciaba palabras de pesar o queja, el orbayu no moja aunque no pare y los bosques se ponen más brillantes. Al final ganó España en El Mesón del Mar lleno de sidras y de peixes.
 
     Cuarto día. No es que Luarca se nos quedara chica es que Asturias es muy grande. Nos fuimos en coche por el Consejo de Teverga más al centro y allí recorrimos la Senda del Oso en todos sus tramos, subimos a Puerto Ventana, y descendimos entre hayedos que chorreaban el agua del orbayu por el Camino de los Vaqueiros de Torrestío. Delicia de caminos. Por si alguno sabe he de confesar que los 1200 m finales de la subida a Puerto Ventana me los subió Paco V. en su coche que venía de recorrer los Lagos de Saliencia. Este día comimos como pobres, bollos preñados, tablas de quesos y embutidos, patatas de bolsa y dos botellas de vino sin marca en lo más alto del Puerto de Ventana entre caballos que nos disputaban el prado y la comida. Casi a las doce de la noche otra vez cenábamos en Brasas, que ha sido el éxito gastronómico del viaje.

     Y esto ha sido casi todo, perdón por tanto nombre el que no los conozca, pero no sabría escribir sin ellos, y que conste que me he callado muchos como Troya, Cromwel, La Pescadería, El Carambal, La Atalaya, El Chano, San Justo, La Mar Chica, la Ermita de San Roque, etc. No todo son bares.

     En total cuatro días estupendos y por mi parte y por lo oído el primer día fue mas que estupendo y los demás mejoraban a diario.

    Ahora se ha quedado aquí mi amigo Gregorio y bajaremos un poco el ritmo, y enseguida a Huéscar.